top of page

"Benditos sean los instantes, y los milímetros,
y las sombras de las cosas pequeñas(…)"
Libro del desasosiego, F. Pessoa

Ciertos objetos y ciertas pequeñas cosas pueden parecer muy prosaicas, quizás porque son muy sencillas o porque son muy cotidianas. Cuando escogemos una y la escribimos en verso, esa pequeña cosa se convierte en un poema, en algo lleno de valor. Del mismo modo, tomar uno de esos pequeños elementos que nos rodean y elaborarlo de un metal noble eleva el objeto a la categoría de joya, le confiere importancia y pone de relieve su poética, que muchas veces ya existía en el objeto mismo –sólo era cuestión de fijarse y de mirarlo de cerca, tal y como hacemos con las joyas.

bottom of page